martes, 27 de enero de 2015

"SE PUEDE, SÍ QUE SE PUEDE Y LE VES EL FIN, SÍ QUE TERMINA"

Macarena Roldán es una amiga de Pulseras Rosas que después de muchos meses de lucha se enfrenta a su ÚLTIMA SESIÓN DE QUIMIO. Por ello, nos ha mandado esta preciosa carta, en la que nos cuenta cómo ha sido su experiencia y con la que quiere dar todo su apoyo a todos los que, como ella, estáis en esta lucha. Por muy largo que parezca el camino, llega un día en el que todo se supera, si se puede y ella es un claro ejemplo. Muchas gracias por hacernos llegar estas emotivas y sinceras palabras Macarena.




Buenas tardes,

Mi nombre es Macarena y no solo he estado en vuestra tienda realizando compras y buscando un poco de asesoramiento y ayuda al inicio de comenzar la quimioterapia sino que os sigo a través de Facebook, y me ha servido de mucho.

Hoy es mi última sesión de quimioterapia y he redactado una carta, la adjunto por si es de vuestro interés darle difusión por si a alguien puede ayudar.

Muchas gracias por todo.

Saludos

Sevilla, 26 de Enero del 2015

Mi última sesión de quimio…

Una frase con cinco palabras, tan sencilla  y con tanto significado para mí. Quimio, vía, efectos secundarios, analítica, defensas, etc.  Palabras que han ido entrando en mi vocabulario, en mí día a día,  y que tanto me han influido.

Llegas a tu última sesión y que pasa, que piensas, que sientes…ansiedad, nervios, ilusión, alegría, incertidumbre, todo se mezcla los días previos a esta última vez.

Atrás quedan muchos meses, semanas, días, momentos difíciles  y por qué no, otros no tan difíciles  y buenos.

DOCE, doce son las veces que me he enfrentado a esto, y no sólo yo, sino también mis seres queridos  y cada una de estas doce…diferente, a veces con más ánimo, con más valor, otras con más esfuerzo y otras con más miedos, más nervios…pero YA QUEDA UNA.

¿De qué  ha servido  o sirve todo esto? Los médicos dicen que para curarte, para acabar con ese cáncer que nació con la única misión en la vida que fastidiártela… pero hay mucho más.

Todavía me acuerdo de la primera vez, ni hablar podía, me sentía pequeña e indefensa, todo era extraño, hasta los demás eran extraños, y si lo piensas hasta el medicamento era extraño…ese  rojo intenso entrando en tus venas…

Esa primera vez, cada náusea, cada malestar, cada sensación la vives diferente, te angustia, te invaden y se enfatizan esos miedos y ves esa angustia en las miradas de aquellos que lo viven contigo, de aquellos que prácticamente es como si llevaran el tratamiento contigo.

Pero llega el día en el que te dicen…NO LO OLVIDES, NO ESTAS ENFERMA, ESTAS RECIBIENDO UN TRATAMIENTO ONCOLÓGICO, SON LOS EFECTOS DE ESOS FÁRMACOS, NO ERES UNA ENFERMA,  y cambias la forma de verlo, de afrontarlo…

Te analizas, buscas con ansia todo aquello dentro de ti que te da fuerzas, igualmente buscas todo lo externo que te ayuda, y es cuando comienzas a valorar  pequeños detalles, pequeños momentos  y los vives como si fueran únicos y la suma de todos esos momentos….son  esos días, semanas, meses… y se puede, sí que se puede  y le ves fin, sí que termina.

Y aun terminando sin fuerzas ahí están el ánimo y la ilusión por comenzar una nueva vida, porque desgraciadamente O POR SUERTE  he superado un cáncer que me ha dado una segunda oportunidad de saborear  y disfrutar de la vida de otra forma muchísimo más auténtica.

Para empezar esa nueva vida, y para finalizar esta carta, no podría dejar sin mencionar que esas sesiones, esas doce sesiones no sólo ha sido recibir una tratamiento, ha sido mucho más, ha sido una sonrisa, cariño y apoyo incondicional por parte de todo el equipo de profesionales  que allí se encuentra, que desde el primer día, te cuidan, te atienden y animan como cualquier persona de tu entorno  más cercano, y si mil gracias pudiera dar, mil gracias daría.


Macarena Roldán Fabeiro

Paciente de oncología en el Hospital NISA

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