viernes, 7 de agosto de 2015

RECETAS CONTRA EL CÁNCER: DORADA CON TOMATE AGRIDULCE.

Esta receta está especialmente indicada para aquellas personas que, durante el tratamiento oncológico, padecen de sequedad en la boca, alteración del gusto y el olfato, estreñimiento, falta de apetito e intolerancia a la lactosa. ¡Esperamos que os ayude y os guste!

Ingredientes:

- 4 filetes de dorada de 150 g
- 8 tomates maduros
- 500 g azúcar
- 700 g agua
- 10 g enebro
- Vinagre de jerez
- 4 ramas de canela en rama
- Pimienta negra en grano
- La piel de una naranja (sin lo blanco interior)
- La piel de un limón (sin lo blanco interior)
- 150 g queso crema tipo “Mascarpone”
- Aceite de oliva
- Sal


Elaboración:

Poner en un cazo el agua, el azúcar, la piel de naranja y limón, la pimienta, la canela y el enebro previamente machacado para que desprenda su aroma. Remover y arrancar el hervor, dejar enfriar en el mismo cazo.

Añadir un chorrito de vinagre a la preparación anterior hasta que tenga un gusto agridulce. Escaldar los tomates en agua hirviendo durante 20 segundos, escurrir, enfriar y pelar con un cuchillo. Cortar por la mitad y despepitarlos.

Disponer las mitades de tomate boca abajo en una bandeja de horno y cubrir del jarabe agridulce, poner en el horno a 120º hasta que queden confitados (más o menos 15 minutos).

Salar los filetes de dorada y marcar en una sartén por la parte de la piel primero con un chorrito de aceite de oliva. Escurrir los tomates y poner en un plato, poner una cucharada de queso crema en un lado, disponer el pescado encima. Aliñar con unas gotas de aceite de oliva en el plato y servir.

Nota: Es mejor que el tomate esté macerando un día en el jarabe.

*Fuente: AECC

miércoles, 5 de agosto de 2015

UNA PRUEBA DE ORINA AYUDA A DETECTAR EL CÁNCER DE PÁNCREAS EN ETAPAS PRECOCES.

Una prueba de orina puede ayudar a detectar el cáncer de páncreas en sus etapas iniciales, según un nuevo trabajo liderado por científicos británicos y que cuenta con la participación de varios investigadores españoles.

Los resultados demuestran como la presencia, en niveles altos, de tres proteínas en la orina puede servir para detectar “con exactitud” el cáncer de páncreas en sus primeras fases, con más del 90 % de precisión.



La investigación, encabezada por el Instituto de Cáncer Barts de la Universidad Queen Mary de Londres, ha demostrado que “la firma” combinada de estos tres marcadores de diagnóstico precoz puede utilizarse tanto para identificar la forma más común de cáncer de páncreas, adenocarcinoma ductal, en sus primeras etapas como para poder distinguirlo de la pancreatitis crónica.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron 488 muestras de orina: 192 de pacientes con cáncer de páncreas, 92 de pacientes con pancreatitis crónica y 87 de voluntarios sanos.
Además, usaron muestras de 117 pacientes con otras enfermedades del hígado y de la vesícula biliar, benignas y malignas, para su posterior validación, ha informado en una nota de prensa el Fondo de Investigación del Cáncer de Páncreas, quien financia este trabajo.

Los investigadores encontraron alrededor de 1.500 proteínas en la orina, de las que aproximadamente la mitad estaban presentes tanto en hombres como en mujeres. De éstas, por su información biológica, eligieron tres para un examen más detallado: LYVE1, REG1A y TFF1.

Tras este análisis más exhaustivo, constataron que los pacientes con cáncer de páncreas, en comparación con los voluntarios sanos, tenían en su orina altos niveles de cada una de estas proteínas.

Sin embargo, los pacientes que sufren pancreatitis crónica presentaban niveles muchos más bajos de las tres proteínas.

“Combinadas, las tres proteínas ofrecen una prueba robusta para detectar a pacientes con cáncer de páncreas en los estadios 1 y 2, con más de un 90 % de precisión”, según la nota de la citada fundación.

En la actualidad, no hay ninguna prueba de diagnóstico temprano para este tipo de cáncer.

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, este cáncer es un problema de salud importante, ya que a pesar de no presentar una alta incidencia en la población, sí presenta una alta mortalidad.

En el momento del diagnóstico menos de un 20 % de los pacientes serán susceptibles a ser resecados, dado el estado avanzado de la enfermedad, y tras la resección quirúrgica la supervivencia suele ser de 10-20 meses.

Para Nick Lemoine, uno de los firmantes del artículo y director del Instituto de Cáncer Barts, diagnosticar el cáncer de páncreas en fases iniciales “es un gran desafío“, pero de conseguirse supondrá “una gran diferencia” en cuanto a las tasas de supervivencia.

Generalmente, con este tipo de cáncer, los pacientes se diagnostican cuando están en fase terminal, pero si se logra diagnosticarlos en estadio 2, la tasa de supervivencia es del 20 %, mientras que si se hace en estadio 1, la tasa de supervivencia para pacientes con tumores muy pequeños puede aumentar hasta al 60 %.

Los investigadores tienen previsto realizar más pruebas en grupos de alto riesgo, para validar los hallazgos del estudio.

Por parte española han participado investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), del Hospital del Mar y Hospital Vall d’Hebron, estos dos últimos en Barcelona.
Núria Malats, del CNIO, ha dicho a Efe que se trata de una investigación importante porque diagnosticar de manera temprana este cáncer ayudaría a que se tratase más eficazmente y la mortalidad, que en los últimos años está aumentando, se podría disminuir.

*Fuente: RTVE