jueves, 25 de junio de 2015

DETECTAR EL CÁNCER DE CABEZA Y CUELLO CON UN SENCILLO ANÁLISIS DE SALIVA O SANGRE.

En la actualidad, el cáncer de cabeza y cuello es el séptimo más común en todo el mundo. Pero, aún no se ha encontrado ningún biomarcador disponible que permita controlar la respuesta que los pacientes están teniendo a la terapia. 



Pero, a falta de un biomarcador de este tipo, científicos estadounidenses acaban de demostrar como, gracias a la presencia de ADN de cáncer de cabeza y cuello en la saliva y la sangre, se puede mejorar el tratamiento y el seguimiento de los pacientes que padecen esta enfermedad.

Hasta el momento, las pruebas de saliva se utilizaban sólo para detectar el cáncer en la cavidad oral y los análisis de sangre permitían detectar el cáncer de laringe, hipofaringe y orofaringe. Por eso, ahora se emplean los dos métodos de forma conjunta, permitiendo una mejor detección de cualquier tipo de tumor en esa zona.

En su estudio, los análisis de ambos fluidos detectaron de forma fiable el cáncer en el 96% de las muestras de 47 pacientes con cáncer de cabeza y cuello, mientras que el análisis solo de la saliva fue capaz de detectar el cáncer en los 46 pacientes con cáncer de la cavidad oral, el tipo más común de cáncer de cabeza y cuello.

Aunque se sabe que este tipo de tumores desprenden fragmentos de ADN en fluidos como la sangre, saliva, heces y orina, sus niveles son tan bajos que hacen que sea difícil de detectar. En los últimos años, sin embargo, los avances tecnológicos han permitido ‘olfatear’ estas mutaciones en los fluidos corporales, incluso cuando son raras. Gracias a estos adelantos en las técnicas de secuenciación se ha podido realizar este nuevo estudio.

Los resultados fueron muy positivos. El uso de la secuenciación del genoma localizó las mutaciones o cualquiera de los genes específicos de tumores del virus del papiloma humano, que se sabe que causa alrededor de el 25% de los cánceres de cabeza y cuello. Además, los investigadores comprobaron que los test en saliva era muy eficaz en la detección de cáncer de la cavidad oral, incluyendo aquellos en las primeras etapas, mientras que la sangre era el fluido más indicado para la detección de los otros tres tipos de cáncer de cabeza y cuello.

Combinando sangre y saliva, los resultados mejoraban. Además, cuando controlaron un subgrupo de pacientes tratados vieron que al mes de detectar el ADN del tumor, si que hubiera cualquier evidencia clínica, se producía una recaída.

El objetivo final es desarrollar mejores pruebas de detección para detectar los cánceres de cabeza y cuello en población general y mejorar la manera de controlar a los pacientes con cáncer en recurrencia de su enfermedad.

*Fuente: ABC

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